Testimonio

Esta págna es muy larga pero una cliente en una degustación que hicimos días atrás nos indicó que debiéramos relatar nuestro testimonio, que la gente tiene que saber ¿Como es que “aparece” la Carnita Alemana en República Dominicana?, o sea, ya vimos que esto es una receta familiar de más de cuatro generaciones que salió del Sur de Alemania, etc, etc, etc… Pero ¿cómo es que HOY tú que lees esto, puedes disfrutar de este increíble bastoncito de carne artesanal?

Ésta es la historia o como le llamó nuestra cliente: EL TESTIMONIO.

Algún remoto sábado del 2018, unos amigos nos pasaron a buscar para ir a Jarabacoa con la finalidad de almorzar en cierto restaurant de montaña y pasar el día en “las alturas”. A punto de partir cuando aún subíamos un par de bultos en su carro, se me ocurre llevar como snack un poco de Carnita Alemana de mi uso personal y se lo di a probar a nuestros amigos ahí mismo, quienes INMEDIÁTAMENTE nos indicaron “espérate, espérate, que esto hay que venderlo“.

Dado que dominicana no es una sociedad eminentemente consumidora de carne seca como otras sociedades, inicialmente nos pareció que no sería buena idea ya que casi nadie conoce este tipo de preparaciones de carne como para que valiera la pena embarcarnos en un proyecto así, cuando le indicamos eso a nuestros amigos nos respondieron: “¡pues entonces nos enseñas!”

Con todas las dudas que debiera tener una Nurse especializada en oftalmología y un Ingeniero quien comenzó a hacer la carnita seca que le enseñó su abuela siendo un niño porque le traía recuerdos de su infancia y también para tener un snack saludable y no desquitar su ansiedad con la nevera… comenzó el proyecto.

El desafío de “masificar” una artesanía es enorme, había que primero que todo, programar la receta a manera de formulación auto ajustable basado en peso en algún medio digital. Segundo, había que pasar de “masajear” 4 o 5 libras de carne a golpes con una herramienta parecida al majador de plátanos que usamos en Dominicana para hacer mangú, a masajear 50 libras de carne y que todo el producto quede perfecta y balanceadamente bien mezclado ya que si queda carne sin masajear y mezclarse con los componentes/condimentos, quedará carne sin cocer y condimentar. Una vez masageada la carne tiene que maserar por un par de días a temperatura controlada requiriendo un espacio refrigerado de tamao considerable. Después de eso había que pasar de secar 5 libras en un secador casero a hacer una caja termo aislada con turbinas de recirculación e intercambio y sensores de temperatura y humedad que monitorearan y reportaran en tiempo real las condiciones del horno en varias regiones del mismo, para evitar que una zona “seque” más que otra.

En fin, ese proceso nos llevó casi 2 años de prueba y error, asesorías, ayudas de amigos en otros lugares del mundo que tienen empresas en las que se manufactura productos cárnicos, adaptación de componentes no nativos a productos locales, etc. Finalmente hubo que “suavizar” algunas aristas típicas del aroma de los productos cárnicos naturales pero que no son del agrado de todo carnívoro aunque ame la carne, y todo esto había que hacerlo CON COMPONENTES NATURALES, lo cual muchas veces hizo del proceso de ajuste un laberinto intransitable en el que no pocas veces regresábamos más de lo que avanzábamos. Así y todo, ni una vez se nos cruzó por la cabeza usar componentes que no fueran absolutamente premium o productos artificiales que facilitan los procesos en que se maneja carne (como los productos artificiales de estabilización y proceso que usan TODOS quienes manufacturan productos cárnicos masivos) aunque estos fueran componentes “comestibles”.

Nota aclaratoria: Algo “comestible” y algo “natural” NO ES LO MISMO.Comestible quiere decir que lo comes y no te mata, natural quiere decir que lo comes y te hace bien.

Las complicaciones al trabajar con productos naturales y especialmente cuando haces una artesanía Premium como La Carita Alemana son innumerables y a veces impredecibles, pero la recompensa de ver una receta familiar ejecutada de manera un poco distinta por las herramientas que usas pero llegando al mismo resultado, hacen bien valer los casi 2 años que nos costó refinar este proceso ancestral…

Sería genial que mi abuelo hubiera probado esta versión de La Carnita Alemana, la comparara con la que mi abuela le preparaba y escuchar su opinión que sin duda sería positiva, con 36 notas y comentarios pero positiva. Bueno, él y los amigos con los que solía pasar incontables tardes maridando la carnita con algún brebaje típico de la región sur de Alemania 😎. Después de todo, La Carnita Alemana (o fleischsnack como él le llamaba) es pura “Calidad y Excelencia Alemana, orgullosamente hecho en Quisqueya”.

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